Ulises y los Cicones

Tras la conquista de Troya y su destrucción, hubo una gran fiesta donde corrió gran cantidad de comida y vino. Los hombres golpean sus jarras entre ellos y bebían en cantidad, cantando, riendo y gritando.

En esta fiesta se realizaron por parte de Ulises algunas exclamaciones que motivadas por el vino y  la gran euforia de la victoria no gustaron a los dioses. Algunos de estos gritos de celebración exclamaban “que habían superado las murallas de Troya sin la ayuda de los dioses” o que “más vale la inteligencia de un hombre al poder de un Dios”.

Estos comentarios enfadaron a Zeus y otros dioses, con lo que decidieron castigar a Ulises por su arrogancia, a pesar de que reconocían el gran ingenio que poseía el héroe de la historia.

ulises cicones
Ulises parte a Itaca

Ulises parte de Troya a Ítaca

A los días de la victoria, una vez repartido el botín entre los diferentes reyes griegos, los barcos de la flota partieron de las playas de Troya felices por la vuelta a casa tras diez años de guerra.

Pero los doce barcos de Ulises y sus hombres no iban a ser tan afortunados porque un viaje que les debería llevar 7 días a lo sumo, se convirtió en un viaje lleno de infortunios y adversidades que probarían las determinación y fuerza de voluntad de Ulises.

El viaje comenzó con un tiempo soleado esplendido, pero Zeus, ordeno a los dioses de la climatología que enviarán una tempestad en la que él incluso lanzo múltiples rayos, esta contrariedad hizo que los barcos de Ulises se separaran del resto.

Ulises en la tierra de los cicones

Tras varios días de tormenta por fin pisaron tierra. Fueron llevados al norte por los vientos y las corrientes y no llegaron muy lejos del Troya, era el país de los cicones. Los cicones eran unos grandes guerreros que habían sido aliados del pueblo de Troya en la guerra contra los griegos.

Habían llegado junto a la ciudad Ismaró que no estaba muy custodiada así que Ulises y sus hombres viéndose en superioridad aprovecharon para saquear la ciudad y robar todas sus riquezas, además de matar a todas las personas que se enfrentaban a ellos. Así que muchos habitantes huyeron de la ciudad a las montañas.

El vino del tempo de apolo

El único lugar que los hombres de Ulises respetaron fue al templo del Dios Apolo, porque el propio Ulises protegió a Marón, el sumo sacerdote, y a su familia. Este hombre como agradecimiento regalo a Ulises y su tripulación unos odres de vino dulce que había sido entregado como ofrenda al Dios Apolo.

vino apolo cicones ulises
vino de los cicones

Este vino era un vino de gran sabor dulce, pero muy fuerte con mucho alcohol, por lo que quien lo bebía se volvía ebrio rápidamente y luego necesitaba dormir profundamente por horas para recuperarse.

Ulises agradeció el regalo y mando a los hombres lo llevaran al barco. Pero algunos hombres no hicieron caso y se quedaron en la playa bebiendo el preciado vino y dándose un festín con todos los animales que les habían robado a los cicones Esto provoco que pronto se volvieran desobedientes a las órdenes de Ulises y solo querían disfrutar de la fiesta que habían organizado con la cantidad de manjares y vino que tenían a su disposición.

Ulises mando mensajeros para que subieran a los barcos y zarpar porque los habitantes que habían escapado habrían ido a buscar ayuda y podía llegar en cualquier momento. Pero estos hombres, tenían un comportamiento mezquino a causa del vino y no hicieron caso, un rato después quedaron dormidos profundamente por los excesos del vino de apolo y la comida.

El ataque de los cicones a los hombres de Odiseo.

Al alba, muy temprano llego una gran horda de furiosos guerreros cicones de las montañas con ganas de revancha y atacaron el campamento de los griegos. Estos guerreros venían fuertemente pertrechados, además de que algunos iban a caballo, con lo cual tenían una gran ventajas. Los griegos se defendían a duras penas por el mal estado físico en el que se encontraba después de la fiesta y Ulises con otros marineros fue al rescate de ellos desde los barcos. Pero era muy difícil ganar la batalla pues los cicones eran muy numerosos, así que Ulises escapó de nuevo a los barcos con todos los hombres que pudo.

ulises lucha contra los cicones
Ulises y lo cicones

Una vez en los barcos y partiendo a toda prisa para escapar del peligro y las flechas ardientes hizo recuento de las bajas y notó que cada barco había perdido al menos 6 hombres. Los cual entristeció al héroe pues no podrían ver a sus familias de nuevo.

Así que Los barcos de Ulises tomaron rumbo al sur, hacia la isla de Itaca donde esperarían llegar en unos pocos días y terminar su historia, pero los dioses riendo tenían otros planes sobre cuando regresarían Odiseo y su hombres.

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