Ulises y la Hechicera Circe

Tras lo tristes hechos de su pasada aventura y con solo un barco, abatidos por lo vivido, Ulises y sus marineros navegaron varios días hasta llegar a la isla Eea.

ulises y la maga circe
Ulises

Una vez llegaron, Ulises subió a un promontorio donde pudo observar una columna de humo, era un signo de que alguien vivía allí y podría ayudarlos a conseguir provisiones.

Al día siguiente, Ulises insistió en la necesidad de explorar la isla para encontrar provisiones y pedir ayuda a sus habitantes. Los hombres estaban temerosos pues todavía tenían reciente a los lestrigones y por ello se negaron, pero ante la insistencia de Ulises terminaron por acatar las órdenes.

El palacio de la maga Circe

Nombró a Euriloco jefe de la expedición y se internó en la isla con varios hombres. Luego de atravesar un bosque, se encontraron frente a un majestuoso palacio de piedra blanca pulida. En los alrededores del palacio, se paseaban gran cantidad de leones y lobos mansos como corderos juguetones, que al observarlos los rodearon festejando la llegada de los visitantes.

palacio de circe y ulises
Palacio de Circe

Circe la hechicera

Al acercarse al palacio, oyeron a una mujer cantando con una voz tan melodiosa que los dejó paralizados. Los hombres golpearon la puerta y la hermosa maga Circe les abrió, invitándolos a pasar.

Todos quedaron admirados de su hermosura y pese a las reticencias por lo ocurrido con la hija del gigante decidieron entrar. Circe, llevo a sus invitados a un lujoso salón donde los agasajó con suculentos manjares los hombres tenían tanta hambre que dieron cuenta de muy rápido y no con buenos modales. Así que Circe les ofreció más comida, pero esta vez añadió un brebaje para hacerlos perder la memoria. Luego los tocaba con su varita mágica convirtiéndolos en cerdos para llevarlos a una pocilga embarrada, lugar que consideraba que era el apropiado para ellos.

Al recobrar la memoria los hombres se sintieron muy desdichados pues, aunque quedaron convertidos en cerdos físicamente, su inteligencia continuaba siendo humana y tenían constancia de su situación. A los días Euriloco en un despiste de los cuidadores logró escapar y se fue corriendo a la playa donde esperaba Ulises.

circe la hechicera con animales

Ulises, tras hablarle un cerdo y ver la desesperación de su cuñado por la forma que había adquirido el y sus hombres. Buscó su espada y su arco y le pidió a Euriloco que le indicara el camino hacia el palacio de Circe.

Ulises y Hermes

Cuando faltaba poco para a palacio de piedra, el Dios Hermes se presentó ante él y le dijo que le ayudaría dándole un extracto de una planta que debería verter sobre la comida que la hechicera Circe le ofreciera y además cuando intentara tocarle con la varita que convertía humanos en animales debía simular que la atacaba. Ella pediría clemencia y Ulises le debería hacer jurar por los dioses que no le haría daño.

Ulises aceptó el regalo del dios y prometió seguir sus indicaciones.

Ulises y Cirse

El Odiseo llegó finalmente al palacio y golpeó la puerta y nuevamente la bella hechicera Circe sabiendo quien era, le abrió y lo agasajo en el salón ofreciéndole toda clase de manjares mezclados con su pócima para perder la memoria. Pero a Ulises no lo afectó en lo más mínimo, pues había vertido en elixir sobre la comida.

A pesar de que Circe encontró a Ulises refinado y de agradable conversación, cuando Circe pensó que Ulises había perdido la memoria se acercó con su varita mágica y repentinamente Ulises se abalanzó sobre ella con su espada como si fuera a matarla.

Circe, entonces se arrojó a sus pies pidiendo que no la matara ofreciéndole hospitalidad verdadera, pero Ulises, recordando los consejos de Hermes le dijo obligo a Circe a realizar el juramento.

Circe y Ulises pasaron largo rato hablando y encontrándose muy a gusto en compañía. Así que Circe liberó del hecho a sus compañeros.

Circe realizó el juramento y luego lo agasajó con toda clase de manjares. Pero Ulises se negaba a comer y a beber, pues estaba muy triste por la suerte corrida por sus compañeros transformados en cerdos.

circe y odiseo
Ulises y Circe

Los hombres reconocieron inmediatamente a Ulises y se abrazaron llorando de felicidad.

Circe alegre de presenciar tan cálido reencuentro, y todavía más interesada en Ulises mando buscar al resto de los hombres que se encontraban en la playa para darles un espléndido banquete.

Las fiestas de Cirse

Así, entre fiestas, festines y banquetes pasaron casi un año disfrutando de la hospitalidad de la bella hechicera, mientras Cirse disfrutaba de la compañía de Ulises. Pero a pesar de tan buenos momentos, los hombres de Ítaca pronto volvieron a recordar a su patria y familias. Así que Ulises le pidió ayuda para volver a su isla.

Circe no puso impedimentos en su salida, además le proporciono un mapa que debían seguir. En este mapa se encontraban todos los peligros que encontrarían y si no seguirán los pasos fielmente les advirtió que el único que podría llegar a Ítaca sería Ulises en solitario y tras muchas desventuras en un estado miserable.

A los tres días y después de despedir a Circe se lanzaron al mar en su nave, con la esperanza de llegar a su ansiado destino, ayudados por las suaves brisas favorables que envió la maga como despedida.

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