Ulises en la guerra de Troya

Ulises en la guerra de Troya juega un papel importante para el ejército griego, pues además que individualmente vence a muchos enemigos en las luchas cuerpo a cuerpo, es tenido por un gran estratega y creador de planes lo cual le granjea gran popularidad entre los soldados. Era uno de los pocos hombres a los que el temperamental Aquiles escuchaba y fue él quien hablo con el fuerte guerrero cuando este estaba enojado con Agamenón.

Ulises era el rey de las artimañas, pero en la guerra de Troya mostró ser un gran guerrero, pues capturó al espía Dolon, mató al rey tració Rhesus atacando por la noche el campamento troyano.

ulises muralla de troya
Murallas de Troya

Sin embargo, esto no significa que Odiseo no haya demostrado su valía como guerrero también. Junto con Diomedes, capturó y mató al espía troyano Dolón y mató al rey tracio Rhesus durante un peligroso ataque nocturno en el campamento troyano. También capturó a vidente troyano Heleno para conocer cómo se podía tomar Troya.

Además, fue tomado como consejero del rey Agamenón por las acciones diplomáticas y militares muy significativas que se le ocurrieron gracias a su gran juicio, astucia e inteligencia.

Pero las más conocida de las historias de Ulises en la guerra de Troya es el plan ideado para vencer a los troyanos con un caballo de madera.

La idea del caballo de Troya

La guerra dura ya 10 años y tanto Ulises como todos los soldados están cansados y desean volver a casa. La muerte de Aquiles ha sido un jarro de agua fría para las tropas y además no se percibe que ninguno de los dos ejércitos este ganando la guerra, después de 10 años de lucha ni los griegos ni los troyanos tienen visos de vencer la guerra.

Los líderes griegos se reúnen en la tienda de Agamenón para decidir si retirarse o seguir combatiendo. Agamenón ofuscado y frustrado alzo la voz y preguntó a Ulises. ¿Qué piensas que podemos hacer, tu eres el más ingenioso de mis hombres?

Ulises físicamente no era llamativo, pero cuando abría su boca para hablar y se le llenaba el pecho de aire para hacer resonar sus palabras, nadie podía competir con él para llamar la atención.

Ulises se levantó y empezó a hablar comentando que había tenido una idea, que parecía descabellada, pero que podía dar buen resultado. Muchos dicen que esta idea se la dio la diosa Atenea que se le presente como brisa y se la susurro al oído.

Se trataba de la construcción de un caballo de madera hueco, el caballo de Troya, en su interior se encenderían los mejores soldados griegos porque los troyanos meterían la enorme estatua en su ciudad y los griegos del interior aprovechando la noche saldrían para abrir las puertas al resto del ejército que esperaría fuera.

Los reyes y otros consejeros fritaron que eso era una locura, los troyanos no caerían en esa estratagema.

Pero Ulises respondió, que en el principal templo de los troyanos se adoraba a los caballos y qué pensarían que serían un regalo pues los griegos harían que abandonaban las tierras como si hubieran desistido de conquistar la ciudad de Troya.

Agamenón sin otro mejor plan acepto la idea de Odiseo y a todos los reyes les fueron encomendados trabajos para llevarlo a cabo lo más rápido posible.

El caballo de Troya

Los griegos se afanaron laboriosamente por un mes en la construcción del caballo de madera, arrasando los bosques cercanos y empleando gran cantidad de hombres en los trabajos de carpintería. Los troyanos los observan sin entender lo que hacían pensado que estaban construyendo una máquina de asedio.

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Caballo de troya idea de Ulises

Cuando estuvo terminada, los griegos acercaron el caballo de madera a las puertas de la ciudad y el rey Agamenón mando desmontar el campamento y subir a los barcos de la playa para zarpar. Durante la noche, Ulises y los mejores hombres se habían introducido en el interior del caballo de madera por una trampilla secreta muy discreta.

Al observar como los griegos se retiraban y se iban en sus barcos, los troyanos salieron alborozados de la ciudad y rodearon el caballo de madera con admiración. Y pronto algunos ciudadanos dieron la idea de llevar el regalo a la plaza de la ciudad para celebrar la victoria y que el caballo fuera visto por todos.

Pero el sumo sacerdote de la ciudad no estaba de acuerdo y desconfiaba del caballo, así que Lacoonte intentaba para la idea de mover el caballo grietando que debían ser una trampa y había que quemar el caballo. Otros hombres que decían que había un castigo si una ofrenda a los dioses era rechazada y apartaban al anciano sin prestarle alguna atención.

Este momento fue duro para los hombres de Ulises porque pensando que iban ser quemados, querían salir luchar para morir combatiendo. Las palabras de Ulises pidiendo calma resultaron y los hombres siguieron quietos soportando el gran calor que hacía en el interior del caballo de madera.

El asalto a Troya

Durante el día los ciudadanos de Troya organizaron fiestas por toda la ciudad por el fin de la guerra y muchos bebieron en exceso, cuando llego la noche todos estaban cansados y se fueron a dormir, incluso los soldados que vigilaban las calles y murallas cayeron en el sueño.

Bien entrada la noche los griegos salieron de su escondite y sin hacer ruido y sigilosamente fueron moviéndose por la ciudad matando a quien se encontraban en su camino a las puertas de la ciudad para que no diera la voz de alarma.

El grueso del ejército que había abandonado las tierras de Troya en los barcos, habían dado la vuelta cuando perdieron de vista las costas y por la noche se acercaron de nueva bajando sus tripulantes a tierra de nuevo y raudos partieron hacia la ciudad a oscuras para no ser observados.

Cuando Ulises logro vencer a los soldados que defendían la puerta, abrieron las puertas y con una antorcha hicieron la señal acordada ya solo era cuestión de tiempo que la ciudad fuera tomada porque miles de griegos furiosos entrarían por las puertas.

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guerreros griegos

Algunos troyanos se dieron cuenta de la situación y dieron la voz de alarma, pero ya era demasiado tarde los griegos habían entrado y estaban aniquilado a todos lo que se les enfrentaban. Los griegos robaron en todas la casas, templos y edificios públicos cualquier cosa que tuviera valor y para celebrar su victoria se comieron a los animales de los troyanos en fabulosos festines donde no faltaba un manjar.

La ciudad de Troya había sido derrotada y luego destruida por la estratagema de Ulises, y nuestro protagonista estaba muy contento y orgulloso de esta victoria cuya euforia le hizo lanzar al aire gritos exponiendo que habían derrotado a los troyanos sin ayuda de los dioses y había logrado vencer murallas construidas por ellos. Esta arrogancia enojo mucho a los dioses, en especial a Zeus,  y prepararían un castigo por ello.

Este castigo provocará la odisea de viajes de Ulises que veremos en otras historias.

Por cierto, Helena fue llevada devuelta a Menelao con el que se reconcilio gracias a su gran belleza y Paris fue atacado y muerto con una flecha del gran arquero, amigo de Aquiles, Filotectes que poseía el arco de Hércules.

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