El regreso de Ulises a Ítaca

Tras despertar Ulises sobre las playas de Ítaca, la diosa Atenea le contó que había unos hombres, algunos de los más importantes de Ítaca, que estaban obligando a Penélope a que eligiera entre ellos marido pues daban por hecho que Ulises estaba muerto.

¿Que encontró Ulises a su regreso a Ítaca?

La tela de Penélope

Telar de penelope
Penelope y el telar

Penélope rechazaba a sus pretendientes, pero ya no podía aguantar más la situación, así que dijo que aceptaría un nuevo marido cuando terminaba de tejer un tela que entregaría a su nuevo marido para que fuera utilizado como capa o túnica. Pero Penélope todas las noches destejía lo que había tejido y nunca terminaba, así que tenía impacientes a los hombres pues todos quería ser el nuevo rey antes de que Telémaco, su hijo, se convirtiera en un hombre.

 

Los pretendientes de Penélope

Estos hombres mientras esperaban la decisión tenían que ser alimentados por las reglas de la hospitalidad, y ellos se aprovechaban de la situación consumiendo todos los rebaños y toneles de vino que había atesorado Ulises.

Telémaco

El hijo de Ulises, Telémaco tuvo que suportar esta situación durante años, hasta que ya hecho un joven y animado por la diosa Atenea se enfrente a los pretendientes de su madre para que no se aprovecharan de la situación, lo cual provoco que estos se enfundaran y quisieran hacerle daño. Así que Telémaco tuvo que partir de Ítaca en un barco en busca de noticias de su padre.

La estratagema de Penélope fue descubierta así que la presión para elegir nuevo esposo subió haciéndose insoportable.

El porquerizo Eumeo

Atenea convirtió a Ulises en un mendigo para que no lo reconocieran y le indico que pasara la noche en la cabaña del porquero Eumeo, mientras establecía un plan para recuperar sus posesiones.

Al pedir cobijo a Eumeo, este aceptó y el porquerizo fue amable y le relato lo que echaba de menos a su antiguo rey con lágrimas en los ojos, ahí puedo comprobar Ulises que todavía tenía fieles entre sus antiguos súbditos.

Ulises y Telémaco

Ulises y telemaco
Ulises y su hijo Telemaco

En ese momento entro Telémaco en la choza, y tras quedarse solo con el mendigo, este le contó que era su padre. Telémaco le insinuó que era un mendigo loco, pero atenea lo volvió a su forma normal y padre e hijos se abrazaron y tramaron un plan para recuperar el palacio, luego Atenea lo convirtió en méndigo de nuevo.

Telémaco, el porquerizo y un boyero esconderían armas en el salón principal del trono donde solían estar los pretendientes, Ulises se presentaría como mendigo y aprovecharía la ocasión para librarse de todos ellos.

El perro de Ulises

A la mañana siguiente, Ulises como méndigo acudió al palacio y llegando un viejo perro lo reconoció y se abalanzo sobre él muriendo de alegría y feliz por haber visto a su dueño regresar.

ulises perro itaca

Los soldados le dejaron pasar al interior porque sabían que la reina Penélope siempre le gustaba que entraran forasteros así podía preguntar si había noticias sobre Ulises.

 

La competición del tiro con arco

Esa noche Atenea indujo a Penélope a que eligiera marido ente los hombres, tendría que elegir al que consiguiera montar el arco de Ulises, que el afamado arquero Eurito había regalado al héroe siendo niño. El reto consistía en atravesar doce anillas y hacer diana.

Ulises y pretendientes de Penelope
Ulises ataca a los pretendientes de Penelope

 

Ulises se presenta en la sala de la competición mientras los hombres terminaban de comer, y estos al verlo lo injuriaron y le tiraron las sobras de la comida. Penélope triste ante el comportamiento de los hombres, pidió perdón al viajero y le pidió si tenía noticias del exterior y de su marido Ulises. Este le dijo que lo vio hacía muchos años pero que sabía que pronto lo vería.

La cicatriz de Ulises

Agradecida Penélope mandó a su criada que aseara al mendigo, esta criada había sido la nodriza de Ulises y cuando le estaba limpiado los pies, apreció la cicatriz que Ulises tenía en la rodilla desde que lucho por su vida contra un jabí siendo joven. Esta se asustó y quería contarlo rápidamente a Penélope, pero Ulises lo impidió porque desbarataría sus planes de ataque sorpresa.

Penélope se retiró a sus aposentos, pensando que al día siguiente estaría casada con otro hombre. Los pretendientes iniciaron el concurso, aceptando al mendigo como participante por mediación de la reina. Todo los intentaron y ninguno siguiera pudo montar el arco, no tenían fuerzas para doblar arco y enganchar el hilo. Todos estaban exhaustos y rieron al ver al mendigo intentarlo, pero esta lo hizo con gran facilidad, tomo una flecha que atravesó las doce anillas y se clavo certeramente en la diana. Todos al principio se asombraron, pero luego protestaron y quisieron matar al mendigo pues no se conformaban con el resultado.

Ulises tomo más flechas y mató a varios de los pretendientes, mientras en ese momento entraba Telémaco al ataque, y el porquero y otros hombres leales a Ulises, cerraron las puertas de la sala para no dejar salir a nadie y con las armas ocultas se estableció una pequeña batalla que dio como resultado la muerte de todos los pretendientes.

Entonces la criada corrió avisar a Penélope de que Ulises había vuelto, ella no le creyó, pero allí estaba el rey de Ítaca con una planta increíble que parecía un dios pues Atenea lo había vuelto a transformar dándole aspecto aseado y ropa lujosas.

La prueba de Penélope

penelope y ulises en itaca
Pelope y Ulises se reencuentran

Aun así, Penélope no se fiaba y lo quiso probar con algo que solo Ulises y ella conocía. Así mando a su criada y algunos hombres que trasladarán la cama de la habitación de Ulises a otra estancia. Y Ulises le respondió que esa cama no se podía mover, pues estaba hecha sobre un viejo olivo y este hundía sus raíces en la tierra.

Superada la prueba Penélope acepto a Ulises y recuperaría con felicidad los años perdidos por la ausencia del héroe.

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