Ulises después de abandonar a Calipso estaba en medio del mar, en una tormenta y con todo perdido solo aferrado a un tronco de madera de la balsa que se había construido y que Poseidon con su furia había destrozado.
Ulises y la ninfa del mar
La providencia quiso que una ninfa pasara por allí y tras ver a Ulises y sentir lastima del héroe, lo ayudo en el momento en que Ulises se estaba hundiendo en las profundidades pues ya no tenías fuerzas. La ninfa llevo a Ulises a la superficie y le hablo.
Las palabras de la ninfa a Ulises
Ulises si quieres salvarte, tienes que hacer ver a Poseidón que te rindes, suéltate de la madera y abandónala. El dios te dejara tranquilo, antes debes desvestirte completamente y agarrar a tu cintura este pañuelo que te entrego.
Ulises sin nada que perder, aunque temeroso que fuera otro engaño de los Dioses, hizo lo que le dijo la ninfa y comprobó que el mar se calmaba y que inexplicablemente recupera fuerzas y era capaz de nadar con facilidad sin cansarse.
Así que nadó por dos días, hasta quedar exhausto y llego a una playa donde solo tuvo fuerzas para construirse una pequeña cama con ramas y echarse a dormir, ante se quitó el pañuelo y lo arrojó al mar, donde la ninfa apareció entre las olas y lo recupero rápidamente para alejarse bajo el agua.
En la playas de los Feacios quedo Ulises profundamente dormido para seguir sus aventuras llamadas por todos Odisea.
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