Ulises y Polifemo el ciclope

Los barcos de Ulises navegaron por días hacia el norte con muy buen tiempo y mar calmado, parece que los dioses se habían olvidado de ellos. Hacía tiempo que se habían alejado de la isla de los lotófagos y se acercaban a Grecia, pero por el camino casi habían agotado las provisiones así que al divisar una isla se decidió hacer tierra para conseguir agua fresca y alimento.

La isla de los gigantes de un solo ojo

La isla era magnifica llena de manantiales y caza salvaje, así que Ulises y doce hombres se adentraron en la isla para conseguir frutos y carne. Durante su travesía de la isla pudieron observar una serie de cuevas y entraron en una para ver que encontraban allí.

mito de ulises y polifemo
Ulises y polifemo

La sorpresa fue muy grande pues encontraron piezas de queso tan grande como un hombre y vasijas llena de leche que parecían bañeras para tres personas. También vieron una gran manta en el suelo y resto de una hoguera en el suelo.

Ulises y sus hombres sin conocer al dueño, comieron un poco de queso y leche mientras descansaban, pero cual fue sorpresa, que escucharon ruidos en la puerta de pisadas que hacían retumbar el suelo. Era el dueño de la cueva Polifemo, el gigante de un solo ojo, el gigante malhumorado que había matado a Acis por el amor de Galatea.

La isla de los ciclopes

Ulises había llegado a la isla de los ciclopes unos brutos gigantes que se dedicaban al pastoreo y no eran ni obedientes con los dioses, ni hospitalarios ni tenían buenas maneras, pues solían ser crueles.

Ulises en la cueva del ciclope

El ciclope se mantuvo en la puerta y dejo pasar a su rebaño, inmediatamente después movió una losa de piedra para cerrar la entrada de la cueva, asi nadie podía entrar mientras descansaba y lo peor de todo nadie podía salir.

polifemo el ciclope
Polifemo el ciclope

Polifemo estuve preparado fuego para hacer su comida cuando de pronto le llego el olor de los asustados hombres. Entonces el ciclope dijo quien está ahí y siguiendo su olfato descubrió algunos hombres de Ulises. Polifemo con su gran mano agarro a dos de ellos, los mató y empezó a arrancar sus extremidades para comérselas.

Ulises era el único que aguantaba el miedo y se dirigió al ciclope explicándole que eran guerreros que venían de Troya en su vuelta a casa y que apelaban a las leyes de la Hospitalidad si no sería castigado por los Dioses. Polifemo rio con grandes carcajadas gritando que él no temía ni a Zeus ni a ningún Dios porqué su padre era Poseidón.

Y en ese mismo instante consiguió agarras dos hombres más de Ulises, que igualmente los mató golpeándolos contra la pared de la cueva y luego los engulló de un bocado.

Los hombres de Ulises estaban aterrados, pero a Odiseo ya se le había ocurrido un plan, mientras veían como Polifemo vertía leche en una bandeja, Ulises se acercó y le ofreció el vino de los cicones que ellos habían traído para comercial, en caso de encontrar algún pueblo.

Movido por la curiosidad, Polifemo probó el vino, y quedo extasiado pues nunca había probado vino alguno y aquel licor era de gran calidad, pero también tenían mucho alcohol y dejaba a los que lo probaban muy soñolientos.

Polifemo le quito la bota de vino a Ulises, y tomo varios vasos más hasta agotarla y mientras bebía riéndose le dijo, – humano  me caes bien por este regalo. Ulises le replico si entonces les dejaría escapar, y Polifemo riendo tomó a dos hombres más los comió y le dijo a Ulises no escapareis Ja, Ja, Ja, pero al menos tu serás el último en morir.

Y tras apurar el vino y reír un rato, le entro un gran sueño y cayo rendido sobre la manta que tenía tirada sobre el suelo.

Entonces Ulises apremio a sus hombres a que sacarán sus espadas y los hombres le replicaron que si lo pinchaban despertaría y sería su fin. Ulises les respondió que debían de utilizar las espadas para dar forma de estaca a un tronco de árbol que había junto a la zona que tenía habilitada para realizar hogueras.

Los hombres se apresuraron y esculpieron la estaca en poco tiempo, entre todos la llevaron a la cabeza de Polifemo y mientras Ulises le abría el parpado, el resto de hombres dejo caer la estaca con fuerza en el único ojo de Polifemo.

Ulimito de polifemo y ulises
Ulises hiere a Polifemo en el ojo

Polifemo lanzo un alarido de dolor y se levantó súbitamente pero no podía ver estaba a ciegas, alargaba las manos para intentar agarrar algunos de los hombres, pero no lograba hacerlo. Y entonces empezó a gritar quien eres tú, que me has hecho esto humano. Y Ulises esquivando las manos del gigante le decía soy nadie, me llamo nadie.

Te pillare y mataré nadie, pero como no podía conseguirlo busco ayuda de otros ciclopes, y pare ello tuvo que mover la piedra de la entrada para salir y gritar. ¡Ayuda hermanos nadie me ha atacado! ¡Nadie me ha dejado ciego! Y otros ciclopes que estaban en sus cuevas descansando le contestaban, vete a dormir Polifemo y deja tus tontas bromas. Ninguno de sus compañeros le hacía caso.

La huida de Ulises

Ulises y sus compañeros asustaron a los animales de Polifemo y estos salieron en estampida por la boca de la cueva, mientras Polifemo palpaba los lomos para encontrar algún humano. Pero el ingenioso Ulises ya lo había previsto y había dado instrucciones a sus hombres que se agarrara a las barrigas de las grandes vacas. Así que pasaron por delante de Polifemo sin que los detectarán y tras soltarse de los animales con gran peligro de que los pisarán salieron corriendo ladera abajo a toda la velocidad que podían mientras algunos de los animales seguían el mismo camino.

Después de un rato Polifemo comprendió que los humanos habrían tenido que huir y seguramente habrían venido en barco y debían estar cerca de la playa. Así que corrió, a pesar de estar ciego y caía continuamente por sus tropiezos con piedras. Polifemo tomaba las piedras y las lanzaba donde escuchaba sus animales huidos.

Los hombres sentían retumbar el suelo a sus espaldas con las pisadas de Polifemo, y Polifemo sabía que estaban cerca por el mugido de las vacas y el sonido de las cabras. Así que continuamente tomaba piedras para arrojarlas a ciegas, cada vez más grande cuando notaba que se acercaba al mar.

 

Ulises y sus hombres lograron subir algunos animales a los botes y llegar a los barcos cuando Polifemo, llego la orilla. En ese momento Ulises ordeno levar anclas y salir rápido a mar abierto. Polifemo quedaba en la orilla arrojando piedras, que alguna estuve cerca de tocar alguno de los barcos del Odiseo.

Polifemo le gritaba, cuál es tu nombre humano, te perseguiré. Y Ulises desde la popa del barco sabiendo que Polifemo no podría salir de la isla le grito, ¡Polifemo cuenta que Ulises, vencedor en Troya y rey de Ítaca te ha dejado ciego! y se dio media vuelta riendo para dirigirse a la proa y ver el ancho mar algún atisbo de Grecia.

 

Polifemo llama a su padre Neptuno

Polifemo hinco sus rodillas en las aguas del mar y empezó a llorar de frustración por haber sido vencido por Ulises. Así que Polifemo llamo a gritos a su padre el Dios de los océanos Neptuno y pidió que lo ayudara. Neptuno tras conocer la historia y saber el dañó que le había realizado a sus hijo, prometió a Polifemo que Ulises no llegaría a Ítaca y si llegaba sería tras grandes sufrimientos y en soledad. Dicho esto se sumergió y  se fue a buscar a los dioses de los elementos climáticos para entre todos levantar una tempestad que hiciera zozobrar los barcos de Ulises.

 

Otras historias de Ulises:

Deja un comentario